miércoles, noviembre 30, 2016

Anclaje tierra y cosmos.

Anclar nuestro ser o hacer raíces de energía es una técnica usada para crear un puente de flujo energético entre nuestro cuerpo, mente y el centro magnético de la tierra.
A forma de respiración, la energía fluirá en ciclos de entrada y salida aportándonos claridad, fuerza, estabilidad y nos liberara de estrés, tension y sobre cargas.

- En una posición cómoda respiramos tranquila y profundamente. Una vez relajemos el cuerpo y mente, vamos a visualizar una raíz saliendo por el chakra base hacia la tierra, atravesando por la corteza y el manto terrestre hasta llegar al centro.
Sentiremos la tierra, rocas, la corteza y su frió húmedo cambiando después a cálido y vibrante cerca del centro.


- Al vernos en el centro sentiremos el pulso electromagnético de la tierra como si fuese el latir de un corazón gigante. Este pulso siempre esta activo y es lo que brinda estabilidad a la radiación y magnetización del planeta.

- Aquí, vamos a enraizar o anclar nuestra raíz a un cristal o esfera de luz brillante en el centro del planeta. Al momento, sentiremos un "click", una aceptación por parte de nuestra madre tierra para comenzar a recibir su energía, a limpiarnos, darnos fuerza, luz y permitirnos estar de nuevo en balance con el planeta y la naturaleza.

- Subiremos de nuevo por el camino que venimos, viendo y sintiendo como la energía sube con nosotros y comienza a pulsar. Sentiremos al planeta respirando y a su corazón latiendo en nosotros y fuera de nosotros, bajo nuestros pies, en nuestro corazón y sobre nuestra cabeza.

- Nos centraremos en el aquí y ahora. Manteniendo nuestra conciencia sobre la conexión que acabamos de realizar. Respiramos profundo, aceptando la energía y pulso recibido, que se integre en nuestras células, nuestro cerebro, cada chakra, desde la base de nuestros talones hasta la punta de nuestros cabellos y también rodeando nuestra aura.

- Ahora veremos y sentiremos como por nuestro chakra corona, en el tope de nuestra cabeza sale un rayo de luz directamente hacia el cielo atravesando la atmósfera y llegando al espacio.

- Enfocándonos en este rayo de luz, conectado a nuestro ser y energía, atraviesa el espacio, pasando junto a planetas, estrellas, cometas y lunas.
Saliendo de la galaxia y adquiriendo una perspectiva magnifica del universo, vemos como nuestro rayo va llegando hasta un centro de luz, una nube de estrellas y energía pura de color rosa intenso y azul.

- Entraremos en esta nebulosa de energía y estrellas. Llegando a su centro escucharemos y sentiremos la vibración del universo mismo, como un cuerno resonando y haciendo eco en todo el espacio.
Anclaremos nuestro rayo de energía a su centro. Sentiremos la vibración, cosquilleo, la reverberación de energía en toda esta nebulosa de poder.

- Haremos lo mismo que con el centro de la tierra. Sentiremos el "click" y aceptación de su energía y pulso. La energía bajara por nuestra ancla, rayo de luz, hasta nuestra cabeza y todo nuestro cuerpo. Poniendo atención en el espacio y los planetas que cruzamos, volvemos a nuestro yo presente y sentimos como el pulso y latido de la tierra y el espacio comienzan a fluir en nosotros en sinfonía con nuestro propio pulso y respiración.

- Nuestro aura alrededor se llena de este flujo, nuestra energía, la energía del centro de la tierra y la energía del cosmos. Nos envuelve, nos protege, nos sana, nos da fuerza, poder, balance, inteligencia y nos libera de toda negatividad y de toda contaminación.

- Regresamos a nuestro yo presente, respiramos profundo y abrimos los ojos.

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